Comenzamos por el pueblo de Nigüelas, subiendo la pista que serpentea junto al río Torrente. Poco a poco vamos tomando altura en busca de las vertiente occidental de Sierra Nevada.
Podemos ver el valle de Lecrín mas cerca y la vega de Granada al fondo. Va llegando la hora de comer y buscamos un resguardo orientado al sur, buscando los agradables rayos solares del mes de diciembre. Degustamos buen queso curado, morcilla de asadura, aceitunas sevillanas y otras viandas regadas por el excelente mosto del Aljarafe que Juan se ocupó de ir a buscar días antes.
Siguiendo pista principal llegamos al cortijo Echevarría. Actualmente en ruinas, incluido un refugio construido a posteriori.
Vamos pisteando dirección sur y tras un recodo llegamos al mirador de la Rinconada. Nuestros Gps marcan una altura de 2140m. Por lo que las vistas son espectaculares...
Podemos reconocer la sierra de Almijara a la derecha, el valle del Guadalfeo a la izquierda, y al fondo el "Mare Nostrum" entre nubes.
Siguiendo adelante, el camino gira al este mostrándonos el cerro del Caballo, pico superior a 3000 m. mas occidental del sistema. Así como los arroyos que descienden por su ladera. Arrollo de las culebras y arrollo de Prados de Isidoro que forman la cabecera del río Torrente.
Avanzando rumbo sur vamos descendiendo en rápido zig zag, con el valle del Guadalfeo al fondo que ahora apreciamos mucho mejor. La presa de Rules que riega las fértiles vegas de Motril y Salobreña.
Poco a poco vamos llegando a Lanjarón, con su imponente castillo. Testigo mudo de cruentas batallas en el siglo XVI, durante la rebelión de los Moriscos que se alzaron en armas en toda la Alpujarra a consecuencia de la presión que sufrían por parte de los cristianos.
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