Túnez, Sif es Souane Octubre 2018. Crónica

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Una vez reposado después de días de viaje por el diverso país de Túnez, me atrevo a contar una pequeña crónica:

Embarcamos el pasado día 8 de octubre a bordo de las naves italianas de Grimaldi, a bordo nuestras monturas HDJ (Heavy Duty 80) totalmente revisadas, al objeto de alcanzar con las máximas garantías nuestro objetivo, Sif es Souane.

Una Duna...solo eso... dentro del mar de arena del Parque Jbil, pocas letras lo definen, y muchos pensamientos para alcanzarla.




Nuestra travesía marítima sin incidencias nos lleva al puerto de La Goulette, donde a la hora prevista desembarcamos y realizamos los tramites aduaneros, ya notamos.....alegría por los turistas entre las autoridades de Túnez, todo facilidades, nada problemas, es un buen inicio.

La siguiente no es desdeñable... es el precio del carburante 56 cts, nuestros HDJ necesitan lo suyo ante el duro trabajo que les espera, llenamos con alegría nuestros depósitos de diésel y con ilusión, todo va bien.


Llegados a Douz, puerta del desierto, bajamos presiones, que ya no volverán a subir hasta el día 21 de octubre, adiós manómetros¡¡¡, y delante desafiante, la sable, mar de arena, rumbo de colisión contra ella y nos adentramos en Timbaine, montaña que marca el inicio de la madre arena, con sus laberintos de paso escondidos, pequeños y trabajosos nos esperan...pero la EXPERIENCIA empieza a trabajar a pleno rendimiento....se llama PACIENCA Y PASO CORTO, fila india de rigor, alcanzando el lago Er Reched, manantial de agua termal nos remoja.
La bodega infinita de Miguel y las artes de Iñaki en el manejo de barman reconfortan a los participantes, otras gentes que coinciden con nosotros nos miran...que pensaran de estos tres por aquellas tierras regando de alcohol sus barrigas. jaja.

Con el amanecer las monturas se muestran vacilantes, sabedoras del trabajo que les espera, con marcacion al rumbo por donde nadie sigue, ponemos proa con destino Sif Souane, misma técnica, paciencia y despacio, nada de hacer sufrir monturas, aquí sobra caballos y nervios, volante firme y vista larga es nuestra estrategia de llegar hasta nuestro destino, pero la madre naturaleza muestra sus propiedades y no se deja amedrentar, sube la temperatura y la arena se calienta y suelta, nosotros la imitamos, y bajamos hasta 0.5 para defendernos, aquí entra la magia del HDJ 80, que levanta y baja el morro tantas veces... que perdemos la cuenta, se siente bien tratado y responde con tesón, catapultando montura y jinetes desde los 92 metros hasta la cima. YA ESTAMOS¡¡¡¡, fotos testigo salen de cámaras.

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Ahora toca poder contarlo, iniciamos el descenso por la ladera oeste, conocedores de las trampas del mar de sable, acopiamos nuevamente paciencia, Miguel y su bodega con Iñaki de barman, ji ji, y ji ji. Descifrado el enigma lo aplicamos, paciencia, las monturas lo han entendido y responden al buen trato, es un buen equipo. Regresamos a las aguas termales de Rached, baño y reposo, no sin antes vencer una tormenta de arena que amenaza con dejarnos sin gintonics a la noche, pero las estrellas quieren ver esos gintonics y se imponen en la noche, desplazando al viento.



Er Rached es un lugar privilegiado, en medio del desierto surge un manantial de agua termal, reposamos y hacemos nuestro lo vivido, lo masticamos, y lo regamos con buen vino de nuestra tierra.
Seguimos nuestros días de conducción por la arena visitando la montaña negra de Túnez, desde donde se alcanza a ver Bir Aouine, trazamos rumbo por el paso alto, paredes, ollas, subidas y descensos y todas las posibilidades que puedan darse en un desierto, nosotros disfrutamos y los HDJ muestran sus cualidades ante cualquier desafío, regresamos al atardecer por la parte baja, todo es silencio a nuestro alrededor, ni resto de huellas, solo algún escorpión desafía al astro rey, regresamos al baño termal, conversaciones y todas esas cosas que se hablan únicamente en el desierto, (todo lo que allí después se queda).


Trazamos ir a ksar Guilane por la ruta de El Mida, sabedores que ya estamos en terreno usualmente transitado, no es lo mismo ni comparable que días atrás, pero...también es Túnez, dormitamos en unas Jaimas, y salimos de día para ir de turismo, visitar el Fuerte Francés, fotos de rigor, y pista hasta Douz, faltar la atención no perdona, y nos vamos por donde no es la pista, hasta el rabo todo es toro, pues venga... a dunear sin tenerlo previsto, dura poco pero ,,,toca las narices a esta altura, jajajjaja. Desde Douz, nos vamos al turisteo, Chott el Jerid, Tozeur, oasis de montaña, frontera de Argelia. Para completar lugares no visitados, nos alojamos frente a las ruinas romanas de Sbeitla, nadie va, pero nosotros si, jajjaja, somos diferentes, y viajar a nuestro aire tiene sus ventajas, recorremos carreteras secundarias por donde por la cara de los lugareños...no pasan turistas, ese Túnez no conocido, es muy bonito, y agradable en sus gentes, dormimos en la costa, nos espera la cena homenaje que nosotros mismos nos hemos ganado, Bizerta y su restaurante de pescado nos espera....un manjar, sobran definiciones. Nos dirigimos al día siguiente a nuestra cárcel naval, el ferrie que nos devuelve al origen, y donde finaliza este viaje y crónica.


Desde estas pocas letras agradecer a mis compañeros de viaje la compresión y su profesionalidad al mando de sus monturas, y a todos los que la lean por su paciencia.