a partir de este pueblo, donde por cierto comenzaba la etapa que con todo nuestro optimismo y desconocimiento habiamos planeado, el paisaje se vuelve preciosamente monotono, cientos de kilometros rodeados de arena y dunas a cada lado de la carretera y hasta donde alcanzaba la vista, solamente interrumpidos de vez en cuando por algun pueblo o ciudad, los más destacados sangrafa, aleg y boutilimit y eso si aproximadamente una docena de controles entre gendarmeria y ejercito, donde despúes de la obligada parada y la conversacion rutinaria, nos dejan continuar eso sÃ* despues de entregar las valiosisimas fichas
en una de las paradas descubrimos millones de restos de conchas enmedio del desierto, increible
se suceden los kilometros, la carretera se nos hace inacabable, decenas de restos de animales atropellados yacen en las cunetas, ya al anochecer los focos de los vehiculos que cruzamos nos deslumbran sin piedad y la carretera se torna aún más peligrosa, gracias a Dios por fin llegamos a la capital, nos dirigimos directamente al albergue Menata, bastante lleno, donde nos "acomodan" en dos habitaciones enmohecidas, al menos el patio-terraza donde cenamos es agradable y además tienen la barbacoa encendida y aprovechamos las brasas para cocinar verduras y carne que aún llevábamos, el cansancio casi ni nos deja acabar de cenar ha sido un dia duro también, más de 15 horas conduciendo casi sin parar, nos retiramos a las habitaciones .
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