Bueno, pues aquÃ* está el relato del viaje que hicimos en mayo y como en breve volvemos a partir pues aprovecho para colgarlo con algunas fotos.


El dÃ*a 30 de abril salÃ*amos a las 06:30 dirección Tarifa con pena por la baja de última hora sufrida por mi hermano Jose (KDJ120) y con el sueño tÃ*pico por haber pasado una noche de repaso mental de equipajes.

El primer error de cálculo no se hace esperar y quedamos divididos Félix circulando por la R5 y yo por la A5. Bueno no pasa nada, unos kilómetros de silencio por la emisora y nos encontraremos en un rato. …En ese silencio aprovecho para meditar qué será de nosotros cuando en vez de guiarnos por los carteles azules de la carretera nos guiemos por las pantallas del GPS en las hamadas morunas...

Por el camino nos encontramos con el otro KDJ corto de nuestro amigo Ramón que nos acompañará en el viaje y con el Audi A6 con el remolque de los moteros. Los 80’s se mueven ágiles y dan la talla con los “asfálticos†en un medio tan hostil.

Mientras tragamos kilómetros aprovecho para llamar a Jordi (Kasbah Ouzina) para pedirle que nos preparen su delicioso Kefta el dÃ*a que tenemos que llegemos a Ouzina. Y es que a mÃ*, lo de subirme en el Toyota con todos los bártulos me da hambre.

El trayecto transcurre con gran normalidad, únicamente alterado por algunos moteros descontrolados que acuden a Jerez y nos recuerdan que este fin de semana es el Gran Premio.

En Tarifa, nos encontramos con Santiago, el motero que faltaba. Conduce un flamante HDJ80 24v., completamente de serie que en su dÃ*a sacó él mismo del concesionario y que se quedará junto con el A6 y los remolques en Midelt.

El ferry va especialmente vacÃ*o y tanto el embarque, como el sello del pasaporte son agradables trámites que se desarrollan con una velocidad sorprendente.
En un periquete estamos bajando a la vacÃ*a bodega del ferry para abandonar el barco. Comienza el desembarco y los coches van saliendo conforme al orden que van marcando los tripulantes. Todo el grupo ha salido ya del barco, realmente soy de los últimos en bajar y justo cuando un tipo vestido con el mono rojo corporativo de FSR me indica que es mi turno, procedo a arrancar el motor, operación que siempre trato de dejar para el final, a diferencia de los ineptos que humean las bodegas arrancando motores mucho antes de abrirse la puerta…

…¡NO ARRANCA! Me quedo más blanco que un impala en una manifestación de guepardos. Blanco, petrificado y con una tremenda cara de idiota. Ese era yo viendo cómo bajaban los últimos coches que detrás de mi iban adelantándome por donde podÃ*an. El tÃ*tulo de gilipollas del año, en ese momento, creo que lo comparto con un tipo con monopatÃ*n que vi hace tiempo en el Youtube.

Al instante veo que los tipos de rojo corporativo de FSR y algunos con chalecos reflectantes, que han subido a la bodega, empiezan a hacer maniobras que revelan el próximo embarque de coches. Mi muñeca hace girar la llave a una velocidad que yo mismo desconocÃ*a que era capaz de generar.
No recuerdo si fue en la 4ª, la 5ª, la 6ª o la 7ª vez que giré la llave al tiempo que le arreaba un guantazo al salpicadero y gritaba aquello de: “Arráncalo Carlos, ¡¡POR DIOS ARRÃNCALO!!†Tal vez fue la leche que le metÃ*, los insultos, los rezos o la alineación de planetas pero por fin pude oÃ*r el rugido del puñetero seis cilindros. ¡BUF! Pues sÃ* que empezamos el viaje con adrenalina.

Durante los trámites aduaneros, las idas y venidas a cambiar dinero etc. No volvió a dar ni un problema…
El dÃ*a acaba en Asilah cenando unos lenguados que supieron a poco mientras comentamos anécdotas de otros viajes. Rematamos la noche de cháchara en la puerta del hotel Zelis y hablamos de un post de un foro inglés de motos donde mencionaban la presencia de un cable de espino que cruzaba una pista por la que tendrán que pasar los moteros en 2 dÃ*as. Nadie guardó el waypoint que daban los ingleses en ese foro. No le damos mucha más importancia pese a que les recomendamos que circulen con precaución por aquellas pistas.