Hola compañeros hoy tengo un rato libre y voy a llevar a cabo algo que quiero hacer desde hace tiempo, pero hasta hoy no he podido, compartir con vosotros mi viaje a Libia en noviembre del 2010, espero que os entretengais y no sea un ladrillazo.


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Para empezar, este viaje para nosotros suponía una serie de retos y cambios importantes, me explico , 1º siempre viajamos solos, 2º en nuestros viajes lo más importante es conocer los lugares a través de sus gentes , sus costumbres y su territorio y 3º el vehículo siempre es el medio de transporte nunca la causa , pues bien en este caso todo esto ha cambiado, hemos pasado de viajar solos a hacerlo con 12 personas, el vehículo a pasado de ser el medio de transporte a ser la causa principal del viaje dado los lugares y el territorio por el que nos íbamos a mover, y el motivo de este viaje, que no era otro que hacer un raid de navegación y 4x4, en el que el reto más importante era el atravesar por su centro los tres mares de dunas más grandes e importantes de Libia “ El Erg Mar de Arena , el Erg Murzuk y el Erg Awbari “, sin olvidarnos de otros más pequeños que estés mencionados como, el Erg Wan Kassa apenas conocido y nombrado pero que si lo comparamos con el Erg Chebbi en Marruecos dejaría a este como una pequeña cala de playa, en fin paso a relataros la aventura.

DIA 6/11/2010: Iniciamos el viaje en el puerto de Marsella, allí nos encontramos con el resto de participantes en esta aventura y procedimos a las oportunas presentaciones pues aunque algunos ya se conocían de viajes anteriores otros estábamos a la expectativa de cómo serían las personas con las que compartiríamos los próximos 23 días en un país que no es el nuestro y en unas condiciones con las que no estamos habituados en el día a día pero que ahora a la vuelta echamos de menos, en fin, es lo que toca.


Esperando en el Puerto Viejo de Marsella para embarcar

Después de unas cuantas horas de espera iniciamos los trámites fronterizos ,el engorroso momento de presentar y sellar papeles, pasados estos trámites nos dirigimos a la zona de embarque, una vez alojados en nuestros respectivos camarotes nos acomodamos y subimos a la zona de cafetería de la planta 10 para reunirnos, tomarnos las primeras cervezas y escuchar la primera de tantas charletas que nos dio el amigo Jon respecto de cómo estaba planteado el viaje y los posibles problemas y/o contratiempos que nos podíamos encontrar, el peor de todos que algún coche fallara en el medio del desierto, una vez pasado el denominado punto sin retorno y no se pudiera sacar de allí, debido a las inmensas dunas y las distancias hasta un punto mínimamente habitado, en resumen que cabía la posibilidad de que volvieras a casa sin coche, eso en el mejor de los casos porque si la avería era por accidente o vuelco, ( cosa relativamente sencilla en las dunas) podía acabar uno un poco o un mucho perjudicado. . También cubrimos los papeles que tendríamos que presentar al llegar a Túnez y como no…. empezaron las primeras risas y las primeras conversaciones entre el grupo, que si mi coche tiene esto, que si los amortiguadores, que si las ruedas, que si el eje, ¡Ah el eje!, este daría mucho que hablar ¿verdad Josemari?, mas adelante os cuento, sigamos un orden, después de unas rondas de cervezas ( malas por cierto, pensar que el hdj 80 en la bodega del barco iban 90 y tantas a la espera de su degustación , pero es lo que toca

DIA 7/11/2010: Desembarcamos en La Goulette y realizamos los trámites fronterizos, primera propina de Josemari, 20 euretes para que no le revisasen el coche y le dejasen en paz con sus 32 botellas de vino y tropecientas cervezas, estos de Bergara son únicos y daré fe de ello a lo largo de esta crónica con sucesivas anécdotas cuyo protagonista es este noble y auténtico compañero de viaje. Aunque como no podía ser menos en esto de transportar alcohol los de Bilbao no se quedan atrás y el compañeiro Josemi le iba a la zaga con un buen cargamento de vino, cerveza y unas botellitas de beefeater, en fin que si nos revisan a fondo yo creo que entre todos podrían montar una destilería en la misma frontera, suerte que no pillaron a ninguno.


Alto en la autopista camino de Tripoli

Finalizados los trámites fronterizos, cambiamos euros a dinares tunecinos y pusimos rumbo a la población de Matmata, donde nos alojamos en el hotel Diar el-Berber un bonito hotel con patios a través de los cuales se accede a las habitaciones, algunas de las cuales intentan representar a las viviendas trogloditas subterráneas que son típicas de esta zona, y dadas a conocer de una manera universal con la película de “La Guerra de la Galaxias “.
Después de la cena nos fuimos un rato al bar y aquí empecé a entender la leyenda de: “Josemi, el hombre de los datos”, como el alcohol que nos sirvieron en el bar era todo pasado por agua, Josemi amablemente fue a por una de sus botellas de ginebra Beefeater, buenísima por cierto, gracias compa por la copa, pero, al hilo de la copa nos explicó por qué el sólo bebe esta ginebra, y aquí empieza el relato de la Reina-madre de Inglaterra que siempre lleva su petaquita con ginebra que la mantuvo con vida hasta los 102 años, ¿de verdad quieres durar tanto?


Primeras birras en Tunez - Matmata



Gasolinera origen de todos los males de la L 200 de Michael

DIA 8/11/2010:Michael iba escaso de combustible paramos en uno de esos surtidores de gasoil tan modernos con garrafa incluida , y allí repostaron si no recuerdo mal, Agus, Michael y Josemi, y en cuanto salímos a los pocos kms el coche de Michael empezó a ir mal y él tuvo claro desde el principio que había sido el gasoil, lo raro es que sólo le afectó a su coche, de todas formas conseguimos llegar a Trípoli después de pasar los trámites fronterizos en Ras´ajdir donde estuvimos unas 3 o 4 horas esperando para pasar la frontera tunecina con todos los GPS y emisoras escondidos y previa revisión del coche de Floren, el de David y Michael, buscaban alcohol y claramente para quedárselo y montar una fiestecilla, menos mal que de esos 3 coches el único con un poco de peligro era el de David y no encontraron nada, después trámites en la frontera Libia donde ya nos esperaba el de la agencia que se encargó de los papeles y la tramitación del permiso de conducción y matrículas libias.


Cola de espera en la frontera Libia

Colocación de matrículas, cambio a dinares libios, paradita para comer y recogida del poli –guia Abdulkarim, que nos acompañará durante todo el viaje por Libia, antes de afrontar el reto de entrar en Trípoli sin que ninguno de los coches se perdiera entre el tráfico y sin accidentes pues aquello es la locura, aquí se aplica a rajatabla el dicho de:” maricón el último” y la única regla a tener en cuenta es: si metes el morro antes que yo te lo llevo por delante, en fin, después de unas cuantas vueltas conseguimos encontrar el hotel “el Funduq Tebah” cómodo y sólo a 10´de la plaza verde y la medina.


Colocando la placa libia .

Después de alojarnos nos fuimos a la plaza verde a tomarnos un té; aquí quiero hacer una referencia al té en Libia, una auténtica decepción, yo me esperaba un exquisito té a la menta como los de Marruecos y en toda Libia lo único que me encontré fue una infusión con sobrecito, vamos como las que ponen aquí en cualquier cafetería, y como dice Maite “mira que siempre me digo a mi misma que no debo crearme expectativas sino simplemente viajar, observar, aprender y admitir lo que cada país quiera ofrecerme “, bueno, tendrémos que seguir viajando para aprendernos bien la lección.



Plaza Verde en Tripoli

Continuara.....