24 de junio de 2012. Ciudad del Cabo. Suráfrica
OBJETIVO CONSEGUIDO

Aunque estaba nublado no llovió pero el día amaneció frío por lo que Emilio encendió la hoguera para calentarnos al levantarnos y se lo agradecimos muchísimo. Recogimos todo y nos fuimos a desayunar al pueblo de Napiers que ayer por la noche adivinamos que estaba por las luces. En la gasolinera nos dijeron un buen sito para desayunar y que estaba a la salida. Llegamos allí y era un lugar realmente acogedor en el que todo lo hacían ellos y lo vendían pero tenía unas mesitas y daban comidas, así que os cuento mi desayuno, de primero un café enorme con tostadas, seguido de chuletas de springbok (un antílope), a continuación una sartén con huevos a la plancha y una especie de pisto finalizando con otro café y tarta de manzana compartida con Emilio, Como no podía ser de otro modo, el desayuno estuvo regado con un buen vino surafricano de la zona. Todo estaba servido con mucho gusto y muy buena presentación pero es que, además, estaba impresionantemente rico y se lo recomendamos a todo el mundo. Los demás también desayunaron un poco de todo lo que yo me comí solito. La verdad es que en este local parecía que estábamos en Irlanda por la decoración con cosas antiguas inglesas y la vista por la ventana de campos verdes. También tienen alojamientos al lado por si le interesa a alguien y se llama Napiers Farm and Stall restaurant Al ir a arrancar no lo hizo, de hecho, en la acampada arrancó a la segunda pero aquí no había manera, parecía que no tenía batería y el borne que nos arreglaron en Namibia estaba todo sulfatado pero muy bien apretado. Intentamos quitarlo para limpiarlo pero no había forma de aflojar el tornillo así que dándole con un destornillador al final arrancó. El paisaje de grandes colinas verdes con ovejitas te hacía pensar en Escocia pero nunca en África, era muy bonito, además salió el sol. Por fin llegamos a la población de Agujas y un poco más lejos y ya al lado del mar paramos en un cartel con la indicación de que entrábamos en el cabo de las Agujas donde nos hicimos las fotos de rigor el coche al completo incluyendo los nuevos pasajeros, Pinotage y Merisi. Al final de la carretera al lado del faro, una pequeña pista nos llevaba a donde estaba el cabo aunque debimos dejar el coche y andar 150 m. para llegar al lugar donde el océano Atlántico se junta con el océano Índico, el punto más al sur de todo África, el objetivo de esta expedición. Nuestra emoción y alegría fue tremenda, abrazos y gritos y como tuvimos la suerte de que había dos personas más allí, pudimos hacernos una foto todos juntos en este mítico lugar. Cuatro meses (menos cuatro días) hemos necesitado para recorrer los 122.156 kms desde Marruecos al punto más austral de este continente a través de 17 países. La EURO4X4PARTS WEST TRANSÁFRICA 2012 ha conseguido su objetivo. El esfuerzo por parte de todos ha sido muy grande pero lo hemos logrado. Para evitar ningún problema el coche no lo paramos así que nos volvimos a subir y realmente contentos dimos la vuelta cruzando nuevamente el pueblo que es muy bonito y está lleno de alojamiento de todo tipo y precios a parte de restaurantes y seguimos. Volvimos a parar donde habíamos desayunado y Paloma y Emilio comieron mientras que Eva y yo sólo tomamos café (Emilio se tomó unas chuletas de antílope pues por la mañana sólo las había probado) Al ir a arrancar, como era de esperar no arrancó y no hubo forma, por lo que la dueña del restaurante nos ayudó pero como era domingo no se pudo localizar al mecánico del pueblo y tras unas horas de infructuosos intentos de arreglarlo, por fin un vecino de allí, que resultó ser al que le habían comprado unas botellas de vino por la mañana, que nos vio le preguntó a la hostelera cual era el problema y al decírselo nos dijo que no nos preocupáramos que el lo arreglaba y al rato vino con un bote que ponía carbonato soda, echó los polvos en agua para diluirlo y con un cepillo de dientes le dio y desapareció todo lo sulfatado y nos dijo que no hacía falta desmontar el borne para darle por dentro y para finalizar le echó un spray para que mejore la conexión eléctrica y el coche arrancó sin problemas. Las nubes comenzaron a cernirse sobre nosotros mientras cruzábamos verdes campos y al llegar a la nacional comenzó el diluvio y así llegamos a Ciudad del Cabo. No fue difícil localizar el mismo back packer de la otra vez ya que Paloma recordaba las calles como si fuera de aquí y enseguida llegamos teniendo la suerte de encontrar sitio para el coche y remolque delante del mismo alojamiento. Hablamos con Jordi que nos dijo donde estaban ellos para llevarle mañana el remolque y comenzar a desmontarlo. El viaje ha finalizado. Agradecimiento Patrocinador Principal