5 abril del 2012. Guagadougou
El grupo llegó anoche algo cansado pero ya estamos todos juntos otra vez. Por la mañana Jordi se vino conmigo en el coche para hacer unas cosas y a dos cientos metros, nos para un policía y nos pide los papeles del coche. No los llevaba, los saqué con toda la documentación y se me olvidó cogerlos. Me fui corriendo al hotel a por ellos y regresé pero dio igual, el policía dijo que no llevar los papeles era una infracción y que por tanto debía multarnos. Me cogió el papel de la aduana y el permiso de circulación. La multa era de 36.000 fc., unos 50 €. Ya habíamos hecho la mañana, vaya fastidio pero de repente a los dos se nos ocurrió lo mismo, como no le había dado el original de mis papeles del coche sino una copia bien hecha, decidimos ir a la aduana y decir que habíamos perdido el papel que me hicieron en la frontera, cosa que nos hicieron en un momento y sólo tuvimos que pagar otra vez 5.000 fc., y solucionado el problema. Sophie, una amiga de Jordi, se llevó a una parte del grupo a ver la ciudad y Jordi y yo nos quedamos para sacarlo todo del remolque, ponerlo bien y guardarlo, lo que significa horas de trabajo. Le estamos cogiendo una tirria al remolque que no os podéis imaginar. Por la noche nos fuimos todos juntos a cenar a un lugar que conocía Jordi y donde todo estaba muy bueno. En los días que pasamos en la capital burkinabe, el calor que pasamos fue muchísimo y por las noches refrescaba muy poco. Hacías algo y te ponías a sudar prácticamente al momento.

6 de abril del 2012. Dapaong. Togo
Salimos por la mañana pronto pero la burocracia nos llevó mucho más rato del que creíamos y hasta media tarde no conseguimos entrar en el siguiente país, Togo. A partir de aquí la carretera estaba destrozada y con una gran cantidad de tráfico de camiones enormes, los remolques son más anchos y largos que los que vemos habitualmente en Europa (en Burkina había carteles recomendando no sobrecargar los camiones porque se estropeaban y porque deterioraban mucho las carreteras), por lo que la circulación era desesperadamente lenta. Llegamos ya de noche a Dapaong y nos quedamos allí. A lo largo del día encontramos multitud de camiones averiados en la carretera y los seguiríamos viendo hasta la capital. La circulación por las carreteras tan rotas y con socavones profundos daña tremendamente la suspensión de los coches pero a pesar de circular despacio, muchas veces es inevitable el meterte en un agujero o a veces no los ves o para cuando lo has visto, ya te lo has comido con gran estruendo de todo el vehículo. Desde la misma frontera, vimos gran cantidad de carteles recomendando el uso del preservativo