La noche ha sido muy buena pero en cuanto nos hemos levantado ha comenzado a soplar el viento y las tiendas se volaban. Al revisar el coche he visto que el radiador del aceite de la caja de cambios estaba con los soportes rajados menos uno. Los he podido sujetar como he podido con bridas y parecía que estaba más o menos fija hasta llegar a un taller. Hemos proseguido por la pista que era toda recta sin una curva hasta llegar a Uis donde hemos recogido a Leo y Vicente pues ayer vinieron a esta población para dormir sin acampar. Hemos seguido todos juntos ya hacia Outjo pero como pasábamos relativamente cerca de las famosas pinturas rupestres de la “dama blanca”, pues nos hemos desviado para verlas. Había que recorrer una gran llanura hasta llegar a la montaña de fuego. La sorpresa ha sido que al llegar nos han informado de que había que andar durante cuarenta y cinco minutos y unos cuantos han decidido no hacer la excursión por lo que hemos ido finalmente cuatro personas nada más. La excursión no era cansada pero hacía un sol fuerte que daba mucho calor. Las pinturas han sido una pasada de bonitas e interesantes y no ha importado el calor por haber llegado a este lugar tan impresionante. A la vuelta hemos visto muchísimos perritos de las praderas que eran monísimos. Al llegar al parking, que está cubierto y tiene una casita para la recepción, hemos comido todos y nos hemos vuelto a poner en movimiento. A José Manuel le apetecía ver la roca del dedo, así que nos hemos dirigido hacia allí. Hemos llegado a una carretera pero pronto la hemos abandonado para coger una pista por la que dirigirnos a dicho lugar. La pista tenía bastantes subidas y bajadas y en uno de los altos de repente se nos ha presentado una vista preciosa del bosque con unas montañas al fondo en forma de mesetas. Al llegar a la zona donde se encuentra la roca del dedo, había un lodge y Leo con Vicente se han ido a dormir ahí y los otros decían de acampar, así que nuestro coche ha continuado hasta Outjo para dormir allí y hacer mañana bastantes cosas. El ambiente de grupo es inmejorable. Cuando hemos llegado a la población, ya de noche, nos hemos encontrado con que era una ciudad vacía, no había nadie por la calle. Nos hemos puesto a buscar hotel y hemos encontrado uno indicado en la pared de una casa poniendo que había que doblar a la derecha dos veces. Hemos proseguido hacia arriba pero nos hemos debido pasar la entrada por lo que hemos dado la vuelta y al hacerlo me he salido de la carretera un poco cuando de repente el coche se medio ha parado como dándose contra algo, hemos pensado que nos habíamos subido a una piedra y como daba la sensación de que le costaba ir marcha atrás, he metido la reductora y ha salido pero con bastante ruido No hemos visto ninguna piedra pero sí un gran hierro largo pensando que el ruido habría sido por rozarse por abajo. Al entrar nuevamente al asfalto he notado algo raro en la luz del coche como si se me hubiera fundido una y me he bajado a mirar llevándome una sorpresa malísima, tenía el faro roto, el intermitente roto y sacado, medio parachoques doblado hacia afuera y caído y no se había caído del todo porque llevo una cuerda del parachoques a la baca para que las ramas no den al cristal y ha sujetado el parachoques. Parecía que al radiador no le había pasado nada y con un disgusto tremendo hemos proseguido la búsqueda del hotel localizando una gran entrada metiéndonos por ella, haciendo lo que debía ser derecha por segunda vez y hemos llegado a una puerta pero no ponía nada de hotel y en ese momento ha aparecido un coche de la policía que nos ha preguntado que hacíamos allí, hemos contestado que buscando un hotel y nos ha dicho que esa era su casa, que el hotel estaba dando la vuelta a la esquina y allí se ha quedado mirando como nos marchábamos. El hotel estaba bien pero nos hemos ido para ver si encontrábamos otro más barato, para ello hemos tenido que salir de la ciudad y nos han parado en un control policial y mira por donde que era el policía que habíamos conocido antes. Nos ha pedido el carnet y luego nos ha preguntado si no habíamos encontrado el hotel, le hemos respondido que íbamos a mirar el que había un poco más lejos y de paso le hemos preguntado si conocía un taller porque teníamos un problema y para ir al día siguiente. Resulta que un chaval que había allí en el control tenía un taller y cuando le he enseñado lo que le había pasado al coche se ha quedado alucinado mostrándolo también al policía y nadie se explica como ha podido pasar. Nos ha dicho donde tiene el taller y mañana iremos pronto. Queríamos cenar en algún restaurante y todos, incluido el del hotel estaban cerrados, nos hemos ido andando por la calle y éramos los únicos que paseábamos por la ciudad y todo cerrado así que hemos vuelto y justo al ir a entrar al hotel, una señora algo mayor, acompañada por un negro y un perrito que daba saltos, nos ha saludado y tras devolver el saludo, se ha puesto a hablarnos y ha salido el tema de que todo está cerrado y no hemos podido cenar y resulta que ella es la dueña de un take away y que nos hacía unas hamburguesas con muchas patatas fritas, que dentro de media hora pasáramos, que es lo que hemos hecho pero no había nadie y nos hemos quedado con las ganas. Mañana será otro día.1 de junio de 2012. Outjo
Marcadores